Planificar las comidas para la familia es a la vez un arte y un reto; requiere creatividad para dar con las recetas, cálculo para que el menú sea equilibrado y mucha organización para hacer la lista de la compra y que finalmente el plato llegue a la mesa. A veces se nos hace una montaña, así que este artículo va dedicado a todas estas personas que se encargan de esta dura (y poco valorada!) tarea de hacer que los platos lleguen a la mesa para toda la familia como por arte de magia.
1. Planifica
Escoge un momento cada semana para planificar tus comidas. De entrada puede parecer que es un tiempo extra pero en realidad te ahorrará tiempo más adelante. Puedes hacerlo entre semana después de la cena y así contarás con la ayuda de tus más pequeños.
Lo ideal par una buena planificación es un obtener un planificador. Puedes encontrar uno por internet (como el de nuestra imagen) e imprimirlo. También los hay de magnéticos (en Amazon) o simplemente puedes usar una aplicación móvil. Las opciones son variadas y seguro que encuentrás una que se adapte a tus necesidades.
2. Introduce tus eventos en el planificador
Es muy importante que tengas claro cuando te vas de fin de semana, cuando cenas fuera o cuando tus hijos tienen extraescolares. Si vas a cenar fuera sabes que puedes hacer comida extra el día anterior para que al siguiente se cenen las sobras. Si un día la familia llega más tarde a casa porque tiene actividades programadas (como los extraescolares) usa alimentos congelados como guisantes o espinacas ya que los puedes cocinar rápidamente.
3. Implica a tus hijos
Si realizas la planificación después en la sobremesa de la cena puedes implicar en ella a todos los miembros de la familia. De esta manera los niños participan en la toma de decisiones y se sienten más implicados también a la hora de cocinar. Además, te darán ideas y conocerás mejor que ingredientes o recetas les gustan más.
4. Las cenas son…simples!
No te compliques. Deja las comidas complicadas para el fin de semana y entre semana busca cenas que no requieran mucho tiempo de preparación ni mucha atención.
Puedes por ejemplo hacer una sopa con vegetales con fideos shirataki, unas verduras salteadas (guisantes con jamón o espinacas con pasas y piñones), un plato de pasta konjac con una salsa boloñesa que tengas congelada o de bote, una hamburguesa o pescado a la plancha etc.
5. Introduce días temáticos
Será más fácil planificar si tienes dias temáticos. Día te tacos, día de pasta, día de sopa…Cualquier idea es buena y así puedes ir probando nuevas recetas. Por ejemplo, la cena de sopa hará que cada semana, si quieres, puedas pensar en una nueva sopa (de verduras, legumbres, con pollo, de arroz etc.) Hay mil ideas que pueden surgir de los días temáticos y los niños estarán encantados de ayudar.
6. Un poco de estrategia
Con un poco de imaginación te ahorrarás mucho tiempo. Si vas a necesitar cebolla picada varias veces a la semana, pícala sólo un día y métela en un tupper para las siguientes ocasiones.
Del mismo modo, si vas a repetir la base de un caldo para hacer una sopa, hazla de una vez y consérvala en la nevera o congelador.
7. Sólo una receta por comida!
Acuérdate, en el proceso de planificación, de introducir una sola comida cada vez. Aunque ahora hay personas con bastantes restricciones alimentarias (dietas de adelgazamiento, dietas vegetariana, limitaciones por temas de salud etc.), debéis hacer un esfuerzo para encontrar comidas que se adapten a toda la familia.
8. Usa las sobras y ahorra tiempo
Al menos una noche a la semana intenta reutilizar las sobras para hacer un nuevo plato. Si un día cocinaste pollo a la plancha, reserva un poco y úsalo para hacer unos tacos de pollo en otra ocasión, una ensalada con pollo o una sopa con trocitos de pollo…hay mil opciones!
9. ¿Te acuerdas del congelador?
Si tienes suficiente espacio, cárgalo bien y te ahorrarás mucho tiempo. Puedes hacer doble de cada comida (que se pueda congelar,claro!) y guardarla en el congelador. Salsas, sopas, pastas, guisos etc. Haz más de todo a propósito y consigue más tiempo para ti.
10. La lista mágica
Apunta en una lista todos los platos que gusten a tu familia. Puedes tener dos listas, una para los favoritos y otra para el resto. A la hora de planificar, cuando os quedéis sin ideas recurrid a la lista y acabar la planificación os tomará poco tiempo.