La tarta de queso, un postre que nunca falla y que gusta a todos. Existen mil versiones, aunque la gran mayoría tienden a ser muy calóricas así que no la podemos disfrutar tanto como nos gustaría. La versión de hoy, con harina de glucomanano de konjac es ideal ya contiene poquísimas calorías y resulta muy sencilla de preparar. Las grasas proceden de los frutos secos y los azúcares de las frambuesas de la mermeladas y de la miel. ¡0% azúcares añadidos!
Ingredientes
Preparación
Precalentamos el horno a 160ºC.
En un vaso batidor ponemos el huevo junto con el yogur, la vainilla, la miel y la harina de Konjac. Batimos enérgicamente hasta integrar todos los ingredientes.
Colocamos la mezcla en dos moldes de silicona y llevamos al horno con calor arriba y abajo durante 20 minutos. Pasados los 20 minutos, sacamos del horno y dejamos templar.
La textura de la tarta de queso será esponjosa y ligera, muy suave, como una nube. Si os gusta más compacta podéis enfriarla durante 2 horas en la nevera.
Colocamos en la base del plato la granola y sobre ésta la tarta de queso, finalizamos con la mermelada de frambuesa y la menta seca. Os aseguro que os va a encantar.
Ingredientes
Instrucciones
Precalentamos el horno a 160ºC.
En un vaso batidor ponemos el huevo junto con el yogur, la vainilla, la miel y la harina de Konjac. Batimos enérgicamente hasta integrar todos los ingredientes.
Colocamos la mezcla en dos moldes de silicona y llevamos al horno con calor arriba y abajo durante 20 minutos. Pasados los 20 minutos, sacamos del horno y dejamos templar.
La textura de la tarta de queso será esponjosa y ligera, muy suave, como una nube. Si os gusta más compacta podéis enfriarla durante 2 horas en la nevera.
Colocamos en la base del plato la granola y sobre ésta la tarta de queso, finalizamos con la mermelada de frambuesa y la menta seca. Os aseguro que os va a encantar.